El Bambú en el NEA

El bambú más importante que domina en NEA es la Tacuara Paraná, Tacuara guazú, Tacuaruzú o Guadua chacoensis. Bambú-Guazú es la primer empresa creada para su aprovechamiento y para la difusión de sus capacidades.

Esta especie representa una buena alternativa para utilizar en reemplazo de algunas maderas. Promover su utilización es una manera de colaborar indirectamente en la conservación de los bosques nativos, los cuales están siendo reemplazados por monocultivos de pinos y eucaliptos o han sufrido una gran extracción selectiva de madera.

 

Otras especies del NEA:

 

Guadua triniiGuadua trinii (yatevó o tacuara brava): de mediano tamaño (hasta 12 mts de alto) y culmos huecos; se caracteriza por su superficie áspera y las espinas duras y curvas en los tallos, los cuales a su vez son muy ramificados. Se encuentra principalmente en los lugares bajos cercanos a los arroyos de cauces medios. Su período de floración se estima entre 30-32 años.

 

Merostachys clauseniiMerostachys clausenii (tacuapí o tacuara mansa): tacuara de culmo hueco; frágil cuando seca. Generalmente usada en la elaboración de artesanías aborígenes. Presenta ciclos de floración de 30-45 años aprox. La última floración observada dentro del Parque Nacional Iguazú fue durante el período 2003-2000.

 

Chusquea ramossisimaChusquea ramosissima (tacuarembó o crisiuma): es una de las especies más abundantes del estrato bajo de la Selva Misionera, pero puede trepar por los árboles alcanzando grandes alturas. Es maciza con unos 10-15 mm de diámetro y carente de espinas Crece vegetativamente formando grandes matas que pueden inhibir la regeneración de las especies del dosel debido a su gran habilidad para competir por la disponibilidad de los recursos (luz, agua y nutrientes). En esta región en la actualidad es empleada como recurso forrajero de mediana calidad y escasamente usada en la elaboración de artesanías aborígenes. Sin embargo las comunidades guaraníes le han dado usos medicinales como cicatrizante y desinfectante de heridas como así también usos mágicos y textiles. Pero el más característico de los usos que solían darle, era como elemento cortante para matar animales. o para cortar el cordón umbilical de los recién nacidos, costumbre que aun permanece entre algunas comunidades guaraníes Esta especie es conocida también en una comunidad guaraní como el “cuchillo del escarabajo”, denominación que destaca su utilización como elemento cortante y punzante además de su interacción con ciertos coleópteros.

Sin embargo, a pesar de ser un elemento común de la Selva Misionera y utilizada desde la antigüedad, aun se conoce muy poco sobre su biología y ecología. Estimándose que su ciclo de floración, ocurre cada 23 años. El último período de floración que se desarrolló en superficies relativamente extensas dentro del Parque Nacional y Norte de Misiones comenzó durante el año 2001.

 

Chusquea tenella (pitinga o takuary): es más bien rara en el Parque Nacional pero muy abundante en otras áreas de la provincia. Muy similar a Ch. ramosissima, con quien es común confundirla, sin embargo en los tallos poseen manchas violetas y los nudos, cuando jóvenes, están cubiertos de pelos tiesos; los entrenudos son huecos, aunque la cavidad es reducida y no del todo maciza. Su ciclo de floración se estima entre 15 y 16 años.

En el Parque Nacional existen además una gran cantidad de bambúes herbáceos de los cuales aún no se conoce mucho a nivel taxonómico y ecológico. Algunas de las especies presentes son: Olyra latifolia y O. Humulis.

 

Fuente: Biol. Lía Montti (Parque Nacional Iguazú). Texto original: Arq. Horacio Saleme, presentación INBAR-Lac, Guayaquil, 2006
Fotos: Arq. H. Saleme, Ximena Londoño, Bambú-Guazú